El ozono (O3) es uno de los componentes presentes en el aire que favorece la regeneración normal del mismo. Esta propiedad oxidante lo convierte en un desinfectante natural contra microorganismos presentes en el aire y superficies, extendiéndose su uso como higienizante en múltiples sectores (agricultura, hostelería, tratamiento de aguas, clínicas, limpieza de oficinas...).
Elimina o inactiva patógenos, reaccionando instantáneamente con muchos de los contaminantes químicos del aire
No genera residuos, reconvirtiéndose en oxígeno tras su uso
El poder de oxidación del ozono es 300 veces mayor que otros desinfectantes como el cloro. Estudios de la OMS lo respaldan como el descontaminante más eficiente para todo tipo de microorganismos.
Nuestras máquinas generan ozono artificialmente. Para ello se hace pasar los átomos de oxígeno entre dos electrodos separados por un material dieléctrico sometidos a una gran diferencia de potencial, creando descargas controladas. De esta forma se consigue que la molécula de oxígeno se disocie en dos átomos que a su vez reaccionan con otras moléculas de oxígeno, que no han sido disociadas, obteniéndose una molécula de ozono, O3.
Nuestras máquinas de ozono generan la concentración de ozono necesaria para desinfectar el vehículo y desodorizarlo tras una aplicación del tratamiento.
La aplicación es sencilla y efectiva, Se mantienen puertas y ventanas cerradas del vehículo y transcurrido el tiempo de aplicación se apreciará el olor característico del ozono, desapareciendo en un plazo de 30 minutos a una hora. Una vez finalizado el tratamiento, se esperará al menos 5 minutos antes de entrar.